Entre los meses de diciembre y febrero, los árboles entran en dormancia. Han perdido todas sus hojas y comienzan su descanso vegetativo. Durante esta etapa, los productores les preparan para el ciclo siguiente. Podan las ramas innnecesarias para garantizar el equilibrio del árbol y darle un mayor vigor.

La poda de los manzanos permite seleccionar las ramas que portarán las mejores frutas y ofrecerles la máxima exposición a los rayos del sol.

Esta fase requiere de mucho trabajo, unas 150 horas aproximadamente, más o menos la misma dedicación que para la recolección.